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Manuela Busto Fidalgo
La semana pasada en un diario de tirada nacional español se publicaba una noticia con el siguiente titular: Amy Winehouse, lectora voraz. La noticia desgranaba la gran afición a los libros de la cantante tristemente desaparecida, a raíz de la compra en una subasta de su biblioteca particular por la librería Lello de Oporto. Los dos centenares de títulos que componen la colección se exponen en la sala Gemma, un espacio acondicionado en el sótano de la librería, donde los dueños exponen sus libros de coleccionista.
La afición a los libros y a la lectura por parte de personajes famosos ha venido siendo noticia en los últimos tiempos, digamos que se ha puesto de moda mostrar y recomendar libros, crear clubes de lectura e incluso organizar eventos de moda donde los libros ocupan un lugar especial.
Muchos famosos hacen pública su valoración por la lectura como una manera de mejorar su conocimiento y crecer como personas. La lectura, según confiesan, les permite explorar nuevas ideas, adquirir nuevas habilidades o simplemente, crecer como personas. El guitarrista de The Rolling Stones, Keith Richards siempre ha reconocido que de no haberse dedicado a la música le hubiera encantado ser bibliotecario y su biblioteca particular alberga cientos de miles de volúmenes.
Otros usan sus plataformas y redes sociales para fomentar la lectura, en un mundo cada vez más influenciado por la tecnología. Ejemplos como los de Oprah Winfrey con su famoso “Club de Libros” o la actriz norteamericana Reese Witherspoon con su exitoso club de lectura, han usado su fama y visibilidad para recomendar libros que les apasionan y hacer una apuesta fuerte por la lectura. Otras veces, como hace la actriz Emma Watson con el movimiento feminista, causas de todo tipo ganan adeptos y consiguen llegar a cientos de personas, con posicionamientos y apoyos de estas personas famosas. La actriz que inmortalizó a Hermione Granger en Harry Potter, creó en 2016 una plataforma de seguimiento literario (Our Share Shelf) donde recomendaba diferentes lecturas.
En el mundo de las estrellas deportivas, es famoso el Club de lectura impulsado por el equipo de fútbol español, Atletic de Bilbao. Una iniciativa que tiene como objetivo fomentar la lectura entre los seguidores del club, de la mano de futbolistas de gran éxito deportivo como Iñaki Williams o Dani Vivian. La idea, tal y como se recoge en su fundación, “es mostrar a la comunidad al Athetic club como una entidad que vela por la formación más allá del deporte de los jóvenes, tanto de nuestros jugadores como de nuestros seguidores”. La lectura como un valor del club de fútbol y que consigue mostrar otros valores a los miles de aficionados que les siguen.
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